miércoles, 21 de mayo de 2008

y seguimos...

Sin embargo seguía esperando su regreso, como se espera que una panta ya marchita vuelva a estar bien. Seguía echando agua y ahogándose en ella.

No salía desde aquella charla. Una vez más sus salidas se habían reducido a él. Cenaba, dormía, soñaba, peleaba, lloraba con él. Dejaba morir todo rastro de vida sin él…

-me dijo Juan que habló con Luís y le comento que ya no vivía con vos..
-me dijo tu hermano, cuando me lo crucé el otro día..

Pero ella seguía sin contar mucho; salvo los minutos, las horas, los días que pasaban sin que diera señales.

Una vez más la vida perdía sentido. Aunque como solía pensar cuando comenzaba esas relaciones enfermizas, ésta era distinta. Luis era distinto. Era el tipo que sólo ella podía ver y el resto ni siquiera imaginar.

Pero a diferencia de lo que Ana pensaba, no era él quien la estaba matando por dentro, destrozando el corazón con su falta de amor, con su repentino alejamiento, sino que fue ella y lo seguiría siendo durante toda su vida, la masoca que busca a su sado. Una y otra vez.




Hay personas que raramente cambian estructuras, formas de ver la vida, dolores y placeres.
Hace un tiempo que siento que el blog a cambiado, o mejor dicho mi perspectiva en cuanto al lugar que denomino Cactulandia.

Ellos no entienden nada. Es una fija.
Yo no se decir las cosas. Esa es la posta.
Vamos aprendiendo con cada pasito… esperando que sean cada vez más grandes.

Si aún hay gente que pasa por aca… se agradecen comentarios!! O la sola lectura =)