miércoles, 23 de enero de 2008

La ola

He escuchado por ahí que si la confusión es una predilección humana, todo se puede perdonar. OK. Lo acepto, pero: ¿cuanta podemos tolerar?. El desconcierto nos mata, nos asesina lentamente: ¿por qué me pidió el teléfono si después no me va a llamar?, ¿por qué me dice cosas hermosas para que me enganche cuando tiene una novia que lo espera?, ¿por qué, después de una muy buena primera cita, desaparecen de la faz de la tierra?, ¿por qué, si sabes que te gusto, no haces nada al respecto? Etcétera etcétera etcétera...(estoy segura que ustedes tiene aun mas preguntas sin respuesta).

De todas formas, aun cuando no me considero una romántica, no pierdo la fe en las personas, me parece inevitable creer las palabras de aquel que una desea, quiere o ama. Y si alguien tiene la receta para lograrlo NO LA QUIERO. Lo que si pretendo es que entre el mar de promesas, de desconcierto y confusión surja una verdad, UNA que sea cierta, una gran ola que NO nos sacuda y haga caer, que sea la que nos merecemos y esperamos.

¿Por qué Cactus míos es tan difícil para nosotras?


Lela

sábado, 19 de enero de 2008

El pez por la boca... es asesinado!

Cuantas veces habrá pasado que prometen (para empezar) agregarte al msn, llamarte por teléfono, arreglar para verte luego de la época de exámenes o en mi caso, salir a tomar un helado antes de irse de viaje…. Consiguiendo que pasen a formar parte instantáneamente de la gran cantidad de “promesas jamás cumplidas”.

Ahora me pregunto… ¿Por qué hacen eso? ¿Cuál es la necesidad de ilusionarnos?

¿POR QUÉ TIENE LA PARTICULARIDAD DE PROMETER COSAS, QUE UNA NO LES PIDE, PARA DESPUÉS NO CUMPLIRLAS?

Es acá donde MONTO EN CÓLERA! Por actitudes como esas es que perdemos toda gana de hacernos ilusiones, de creer en los sueños que formulan nuestras cabecitas cuando hay un flaco dando vuelta - y ni siquiera hablo del príncipe azul! para ese soy consciente de que falta mucho…y no quiero que este ni próximo.- Dejamos de creer que puede haber un flaco que se convierta en NUESTRO GORDO. Flacos que puedan cumplir con las cualidades que puede llegar a tener un hombre como el que imaginamos a nuestro lado en este momento (sin hablar de futuro, hijos y demás…eso abstenerse!).

Nadie les pide que nos digan cosas lindas de entrada y todo el tiempo… sin embargo lo hacen, y por esas palabras que les salen con tanta facilidad de su boca es que una piensa que están más enganchados de lo que realmente lo están.

Nadie les pide que cada vez que les contamos algo terminen con alguna frase o palabra que resalte alguna de nuestras cualidades positivas...sin embargo lo hacer, y son esas cosas que a una la llevan a ir enganchándose como se engancha… ¡HASTA EL CULO! (oooojo sin entregarlo en todos los casos!).

Nadie les pide que si no pueden salir nos digan que sí de todos modos, y al final nos terminen diciendo que “lamentablemente” no pueden por un problema que jamás terminamos sabiendo cuál fue (¬¬).

Y lo peor es que nadie les pide que, después de haberte hecho todo esto, te digan “pero TE PROMETO que salimos la semana que viene”… o el sábado o en la semana o cuando mierda se les cante a ellos que termina siendo NUNCAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Porque cuando ellos recién se esta por DIGNAR a invitarte posta posta (ni siquiera llegaron a hacerlo), vos ya llegaste a tu punto limite de tolerancia mandándolo a la mierda, y diciéndole (ojala que pueda hacerlo!! y con clase, siempre con clase chicas)

ANDATE A LA MIERDA CON TODAS TUS PROMESAS Y METETE EL HELADO EN EL MEDIO DE TU CONSCIENCIA!!!!!!

jueves, 17 de enero de 2008

Metáfora (situación verídica 2).

Conocí a un hombre mayor (sí, de esos hombres mayores que una dice horrorizada "podría ser mi padre" para sutilmente dar a entender que NO, no tenés ningún pensamiento perversito con el señor). Lo conocí jugando al tenis y arreglamos para volver a jugar al día siguiente. No había sido yo quien propuso el encuentro, sino él.

Él - ¿A las 6?
Yo - Ok, dale.
- Sin compromisos, eh.
- No, todo bien, yo todas las ganas de jugar.
- Ok, pero si está muy caluroso o lo que sea, no te preocupes.
- Si arreglamos, yo vengo. Entonces, ¿a las 6?
- Sí, 6 - 6.30. Sin compromiso.

A las 6 del día siguiente me di cuenta que cuando decía "Sin compromiso" hablaba de él, no de mí.


Conclusión 1: No hay edad máxima para que el hombre tema al compromiso. (¿Ven un patrón?)
Conclusión 2: Una propuesta masculina -aunque haya sido iniciada por el hombre- más que una invitación, es una ilusión con grandes chances de ser destrozada.
Conclusión 3: (Para mi persona:) ¡Aprendé a leer entre líneas! (Aunque después son ellos los que dicen que no somos claras...).








PD: Los hombres interesados en deportes no son propensos a la monogamia. (Eso nos deja a algunos gays y a los que no están en forma).
PD2: No, no hago tanto deporte. Estos posts fueron pura casualidad que me deja bien parada.

lunes, 7 de enero de 2008

Metáfora (situación verídica 1).

Jugábamos con mis amigas un veintiuno (juego que implica dos pelotas de basket, un aro y, por lo gral, 3 ó más personas) cuando dos nenes de aproximadamente 7 años se sentaron a ver cómo jugábamos. Le pregunté a mis dos amigas si les decíamos de jugar con nosotras y me respondieron que sí. Entonces me doy vuelta, les pregunto y ellos… salen corriendo.

Conclusión: No hay edad mínima para que el hombre tema al compromiso.