Cuenta Pendiente

El primero que me sacó de Cactuladia por un tiempo, fue mi Arbolito. Y el q aún me podría sacar de ahí si quisiera.
Como dicen el primer amor nunca se olvida… y con el tiempo entendí que ese era él. Al que nunca le pude cerrar la puerta…y al que NO QUIERO CERRÁRSELA.

Como lo venía pensando y pidiendo todos los días, pero sin que sucediera, estaba ahí. Parado en la esquina de su casa. Lo vi como en aquella otra vez, con la misma remera yo, y la misma hermosura él.
Me saludo con una alegría transparente. Cruzamos la calle y yo lo único que quería era que se detuviera el tiempo. Que caminara más despacio. Que las calles fueran eternas.

Como siempre, hablamos de la vida. “Que te iba a decir…” repitió más de una vez. Yo esperaba que le siguiera un “¿estás de novia?”…o mejor aún “¿querés salir mañana a tomar algo?”

Él- ¿Te fuiste a algún lado?”
Yo- a Gesell
-¿Cuándo?
-la primer quincena
-ah yo la segunda

Lo noté! Pensaba.
Lo estuve buscando por todos lados; le mostré la casa de su abuelo a las chicas; recordaba aquella vez que nos encontramos, que había roto con su novia, que le dije “¡feliz año nuevo!” y se rió.

Que lindo que se sintió caminar juntos…que bien me hizo verlo.

Nos despedimos al llegar a la esquina de la Iglesia donde tengo que doblar. Pensé en esperar su colectivo, pero me dijo que seguía caminando.

Ese beso fue el más rápido de todos… y me dio mucha lástima no haber reaccionado y haberte dicho “dame un abrazo aunq sea!” que seguramente le habría sacado una sonrisa y me lo hubiese dado con gusto.

No se lo que siente por mí. Se que es mucho cariño, pero no se si es del que se le tiene a una amiga… o a una mina con la que estuviste, a la que nunca le pudiste cerrar la puerta…y a la q NO QUERÉS CERRÁRSELA.

Será cuestión de averiguar...
Deseenme suerte.